viernes, 4 de junio de 2010

Rinashelly y el flamenco

       Rinashelly Pamphile, nacida en Maturín, estado Monagas, un 4 de marzo de 1988, hija de venezolanos y la menor de tres hermanos. Desde los 9 años desarrolló el arte de bailar flamenco y a partir de allí no hubo quien la detuviera, cortó rabo y oreja hasta llegar a ser lo que es hoy en día, una gran bailaora y además profesora de flamenco de la Escuela Flamenca Gabriela Fonseca.

       Su lugar de trabajo transmite alegría y a pesar de ser un sitio donde hay bastante alboroto se respira tranquilidad y paz. Además de la fuerte resonancia de los tacones sobre las tablas de madera y el leve sonido de la música que se escuchaba a distancia en los salones donde las alumnas practicaban. Es un ambiente acogedor, adornado con fotos, revistas y artículos de prensa que recubren las paredes del salón de clases.

       Una de sus alumnas, Betania Carrillo, manifiesta que Rinashelly es una mujer emprendedora, constante, segura de sus acciones, decidida, carismática, sencilla, espontánea, compenetrada con su trabajo, es una persona que ama lo que hace y se nota a leguas con sus acciones. Es de esas personas que te trasmiten confianza desde el primer momento y sientes como si la conocieras de toda la vida.

       Su forma de vestir, su uniforme (falda negra, zapatos rojos, camiseta blanca) muy impecable, un cintillo de pepas rojo con una gran flor alusivo al flamenco, su manera de caminar, su soltura al hablar y desenvolvimiento al momento de expresarse refleja un espíritu joven cargado de energías.

       De acuerdo a la página web esflamenco el flamenco es un fenómeno musical que, pese a sus raíces populares, sobrevive a los tiempos y las modas y trasciende fronteras y nacionalidades. Es un arte vivo que ha bebido de todo tipo de tendencias sin perder su personalidad.

       Sin embargo, para Rinashelly significa mucho más que eso,“para mí el flamenco es arte, pasión, sentimiento, amor, forma de vida, algo que si tú no lo llevas, sino te corre por la sangre pasas a ser una bailaora más del montón, eso es lo que hace el punto y aparte”. Confiesa esta venezolana de pura cepa, pero que en su corazón corre la esencia gitana.


No hay comentarios: